Ciertamente, si comparásemos la imagen superior con cualquier fotografía de una llegada a meta actual, no tardaríamos en encontrar bastantes diferencias... aparte de la obvia del monoplaza, la imagen de un corredor evidentemente entrado en kilos, sin casco, y con la sonrisa de un niño surcando su cara, es una imagen de otro tiempo, casi de otro mundo...
A mi personalmente esta imagen me ganó cuando la vi, es de mis preferidas de la F1, pero la historia y detalles que rodean a esta primera victoria de Ferrari y de José Froilán son, sin duda, geniales también.
En primer lugar, por cómo se produce su ingreso en Ferrari. Pepe había corrido el GP de Europa, celebrado en Reims el 1 de Julio, simplemente para sustituir a Piero Taruffi. Aunque lideraba la prueba, en la vuelta 34 le ordenan parar y dejar el coche a Ascari, que había roto el eje trasero.
A la vuelta a Milán, il Commendatore llama a Pepe a su despacho y le dijo que, si quería, podía fichar por Ferrari, que recibiría el mismo trato que Ascari y Villoresi. Pepe firmó sin mirar.
"El viejo", como Pepe llamaba a Enzo Ferrari, le dijo: "Froilán, me parece que en Silverstone les vamos a ganar" (por los Alfa Romeo, que, como ya hemos comentado en alguna entrada anterior, comenzaba a evidenciar signos de debilidad ante los Ferrari) Pepe no supo ni qué responder, puesto que, como él mismo reconoció, no había visto Silverstone ni en fotos...
En pocos días la vida de Pepe había dado un hermoso vuelco (pensemos que corre en Reims el 1-Julio y Silverstone se corrió el 14-Julio), así que, preocupado por la responsabilidad, pero feliz, Pepe viaja a Silverstone.
Lejos de hacerlo en un avión privado, como en la actualidad lo haría un piloto puntero de F1, Pepe se desplaza a Inglaterra desde Milán en coche y con su máximo rival y competidor, Fangio, que corría para Alfa Romeo. De hecho, viajan en el Alfa Romeo que la fábrica italiana daba a sus pilotos. En el coche viajaron Fangio, Guzzi, Marimón, Amalia (esposa de Pepe) y Pepe. El largo viaje requirió parada en París y cruzar el canal.
Lo primero que hicieron en Silverstone Fangio y Pepe fue liarse a dar vueltas al circuito con el Alfa Romeo. Después de unas cuantas vueltas, Fangio se confió a su amigo Pepe "¿sabés una cosa viejo? Me parece que se nos va a poner fiera la cosa con las Ferrari" De nuevo, como había hecho antes con Enzo Ferrari, Pepe calla prudentemente pensando que tan sólo era su segunda carrera...
El primer día de entrenamientos Pepe hace un genial 1'44'', es decir, un segundo menos que las Alfettas y que sus compañeros de equipo Ascari y Villoresi. Lejos de contentarse, cuando entra a boxes un mecánico, Meazza, le pregunta si cree que puede bajar el tiempo. Pepe, seguro de sí, sube de nuevo al monoplaza y bate el record de Silverstone, dejándolo en 1'43''.
El segundo día de entrenamientos fue muy lluvioso, lo que ayuda a Pepe a conseguir la pole, ya que Fangio se quedó con el tiempo del primer día y Ascari y Villoresi no pueden acercarse a menos de dos segundos de Pepe.
Y llegamos al día de la carrera. Los nervios hicieron que no pudiera aguantar más y, quince minutos antes de la salida, al más puro estilo Robbie Williams, tuvo que ir corriendo al baño. Entró en el primero que encontró cogiendo al vuelo el papel que le dió su esposa Amalia, sin percatarse de que se metía al de señoras. Estuvo sentado un rato en el trono, para darse cuenta de que estaba hinchado de aire producto de los nervios. Luego de desalojarlos, comenzó a escuchar risitas agudas y cuchicheos... sin duda las señoras inglesas que esperaban fuera debían estar riéndose pensando que la señora que estaba dentro no era muy pudorosa... la cara que pusieron cuando vieron salir a Pepe debió ser un poema.
Después de numerito del baño se dirigió a la reunión de pilotos previa a la carrera, que se hacía en la misma pista. Como no hablaba francés no entendió lo que el comisario de salida decía, así que tuvo que preguntar.
Tras una mala salida, en la que los tres bólidos de segunda fila adelantaron a los cuatro de la primera, Pepe inició la legendaria remontada. Tras salir a la hierba intentando adelantar, se reincorpora, remonta posiciones y termina la segunda vuelta ya en primera posición.
La carrera se convirtió poco a poco en una carrera entre el Alfa Romeo de Fangio y el Ferrari de Pepe. Aunque Pepe iba detrás, confiaba en que, como el consumo de las Alfettas era muy superior, Fangio tendría que parar a repostar, lo que le daría unos 40'' de margen. Fangio paró en la vuelta 38 pero perdió bastante tiempo en boxes.
Como en el box de Ferrari estaban histéricos ante la posibilidad de que Pepe se quedara sin combustible, le obligaron a parar y repostar 20 litros.
Pepe pensaba que en Ferrari harían que Ascari, que también había abandonado en este GP, continuara la carrera con el 375 de Pepe. Sin embargo, cuando le ven intentando salir del monoplaza, le vuelven a empujar dentro y le ordenan que continúe. Finalmente, Pepe ganó con 51'' de ventaja sobre Fangio.
Como ya habréis leido, Enzo Ferrari reconoció que aquella primera victoria de sus bólidos ante Alfa Romeo le hicieron sentir "como si hubiera asesinado a su madre". Aún así, estaba realmente feliz. El miércoles posterior, en las reuniones post-carrera que se hacían en Maranello, hizo relatar a Pepe todos los detalles del GP. Ya tenía en su despacho una fotografía enmarcada de la carrera, que pidió autografiar a Pepe, al que regaló un reloj de oro, con el cavallino rampante y Ferrari grabado en la caja.
En cambio, aunque había acabado con la hegemonía incontestable de Alfa Romeo y conseguido la primera victoria de la escudería más laureada de la historia, el genial argentino nunca le dió la importancia que merecía. Como sigue reconociendo aún ahora: "Querido, ¿vos sabés que no me puedo acordar de dónde puse aquel trofeo que gané en Silverstone 51?"