jueves, 28 de febrero de 2013

Llegar y besar el santo

Con esta castiza expresión, que no se si los lectores del otro lado del charco usan, en España solemos referirnos a la situación en la que alguien tiene éxito en algo la primera vez que lo intenta.

Y si nos referimos a la F1, podemos decir que solo ha habido 2 pilotos en la historia que han conseguido vencer en su debut. El primero, obviamente, fue el ganador del primer GP de F1, más que nada por ser el primero de la historia... estoy hablando de Nino Farina, vencedor de Silverstone 1950 (que por cierto da nombre a este blog)

El otro piloto, y siendo realistas, el único que gano el GP en el que debutó, fue Giancarlo Baghetti. Este piloto era hijo, como tantos pilotos italianos de la época, de una potentada familia industrial italiana. Eso posibilitó un acuerdo a través de la FISA (Federazione Italiana de Scuderie Automobilistiche) para correr con el Ferrari Dino V6 en los 2 siguientes GP no puntuables, el de Siracusa y el de Napoli de 1961. El chico venció en ambos, a pesar de sus penosas salidas, pero lo bueno (o lo mejor) estaba por llegar...

Baghetti hacia el final de su carrera, en el GP de México del 64
Viendo el percal y presintiendo un campeón en ciernes, la Scuderia Sant'Ambroeus (socia de la FISA) se decidió a comprar una unidad del precioso Ferrari 156 (providencialmente abandonada, por cierto, por Olivier Gendebien) e inscribirla con Giancarlo como piloto en el GP de Reims. Este GP, a diferencia de los de Siracusa y Napoli, sí era puntuable para el campeonato.

Cierto es que el Ferrari era superior al Porsche, pero no menos cierto es que alineados con Giancarlo con Ferrari estaban nada mas y nada menos que Von Trips, Ginther y Phil Hill... Baghetti fue el unico en terminar de los 4 Ferrari y, además, adelantó al Porsche de Gurney casi en la misma meta (las crónicas hablan de una décima de segundo, de las de los 60...), cumpliendo así el debut soñado por cualquier piloto, pero que nadie más ha logrado repetir.

Baghetti, victorioso a lomos del Ferrari 156, Reims 61
El resto de la historia de Baghetti no es tan emocionante, ya que su estela se oscureció al no volver a subir siquiera al podio.

Pero si un italiano llegó y besó el santo, fue también otro italiano el que protagonizó escrupulosamente el caso contrario, es decir, más carreras disputadas sin puntuar en ninguna. Pero eso es otra historia, ¡así que la dejamos para la próxima entrada!

sábado, 23 de febrero de 2013

En esto creo... Bernie Ecclestone

Una de mis revistas preferidas, Esquire, ha incluido a Bernie Ecclestone en su sección "En esto creo" de la revista de Febrero.

Esta sección no tiene entrevistas al uso, no consiste en que el Bernie haya respondido directamente a las preguntas del entrevistador, sino que más bien, a base de recopilar información de otras entrevistas previas, confeccionan este curioso collage.

Tiene algunas perlitas imperdibles (como "no estoy dando la vida a la F1, porque no tengo vida"), así que os animo a que conozcáis algo más del mandamás de este fenomenal circo llamado F1.

Fuente: revista Esquire Febrero 2013. Texto: Thijs Plug

domingo, 3 de febrero de 2013

Ay, como hemos cambiado...

...que diría la famosa canción. Me gustaría retaros a que miréis la foto inferior y descubráis de que ilustre piloto se trata... ojo, el piloto en cuestión no es un desconocido ni mucho menos, sino que forma parte de la parrilla actual y no es precisamente un don nadie.

¿De quién se tratará?
Bueno, ¿que tal? Esta claro quien es, ¿verdad? No? Venga otra pista: nunca has sido campeón aunque fue un candidato serio en determinado momento... Ahora si, ¿no?

Eso es... se trata de Mark Webber.

Corría el año 1987, el chaval tenia 11 anos, y acudió al GP de su país natal acompañado por su padre. Allí se encontró con el Brabham Repco que pilotó allá por el año 67 su ilustre compatriota, Jack Brabham, y ayudo a empujarlo hasta el remolque. Por supuesto hacia muchísimos años que Jack no corría, el monoplaza que se uso para una demostración no se parecía ya en nada a los modernos bólidos, pero a Mark le daba igual... en su cara se adivina el brillo de ilusión típico de un niño, pero acentuado por la pasión que ya sentía por las carreras. Como el mismo declara: "me encantaban las carreras de F1 y trasnochaba viéndolas por la tele. Pensaba lo guay que sería pilotar un día un F1, pero no sabía que hacer al respecto".

Bueno, parece que a Mark se le aclararon las ideas... tras una exitosa carrera en karts en Australia, ganó un volante para la Fórmula Ford, donde deslumbró. Luego llegó a la FIA GT con Mercedes, donde los fallos aerodinámicos de su coche hicieron a Mark famosos gracias a sus dos espectaculares loopings a 320km/h en los entrenamientos de LeMans... aunque lo que realmente le ha hecho famoso ha sido la F1.

Tras el fiasco de Mercedes, Mark pudo probar por fin la F1 gracias a Arrows. Finalmente, tras su incursión en F3000, debutó en la categoría reina con Minardi (sempre Minardi...) El resto, es historia...